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El 24 de febrero y la soberanía de Cuba

  • Fecha de publicación: 24 Febrero 2021
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El 24 de febrero y la soberanía de Cuba
Autor: 

Ariel Pazos Ortiz/Cubasi

El 24 de febrero de 1895 es una fecha fundacional de la historia de Cuba. Para Luis Fidel Acosta Machado, máster en Ciencias Históricas y profesor de la Universidad de La Habana, marca dos hitos importantes ligados entre sí: el inicio de la Guerra Necesaria y el reinicio del proceso independentista cubano.

El profesor Acosta Machado comparte sus consideraciones sobre la pertinencia histórica de la Guerra Necesaria, la obtención de la unidad entre sus principales líderes y las enseñanzas que esta contienda aportó a posteriores momentos de luchas de Cuba por la soberanía nacional y la justicia social.

¿Cuál es el contexto de Cuba cuando llega el 24 de febrero de 1895?

El 24 de febrero tiene un largo antecedente. No se llega de la noche a la mañana. Detrás está el proceso de preparación realizado por José Martí aunando opiniones, limando asperezas y llegando a conciertos entre los pinos nuevos y los veteranos de la Guerra del ´68.

Martí, Gómez y Maceo ─sobre todo Martí y Gómez─ ven que a finales del año 1894 están las condiciones creadas para provocar el alzamiento en Cuba. El país estaba pidiendo el alzamiento. Existía en la Isla cierto nivel de efervescencia revolucionaria. Si Martí y Gómez no se lanzaban a la contienda, en cualquier momento iba a estallar un movimiento espontáneo, que no era lo que se quería.

El Plan de la Fernandina es la materialización del ideal de Martí para iniciar su guerra generosa y breve: producir alzamientos simultáneos, coincidentes con expediciones que traerían a los principales jefes y armamentos desde el exterior.

El Plan de la Fernandina fracasa producto de una delación, de una indiscreción…, pero las condiciones están listas para que se produzca el alzamiento. De hecho, el propio Plan pone en aviso a los dos grandes sectores en pugna de la época: a los cubanos ─conocen que se logró preparar algo tan magno─ y a los españoles ─se dan cuenta de que la emigración cubana no está ociosa─.

Por tanto, Martí decide enviarle a Juan Gualberto Gómez, su representante en la Isla, la orden de alzamiento. Le dice que en la segunda quincena de febrero se produzcan estos alzamientos. Juan Gualberto empieza a preparar las condiciones y se tiene la certeza de que en cuatro regiones van a producirse: La Habana, Matanzas, Las Villas y Oriente.

¿Para la nación cubana cuál es la pertinencia histórica de la guerra que Martí llamó Necesaria?

La guerra ─que logra materializarse debido a los alzamientos orientales─ es absolutamente necesaria. Cuba necesita ser libre, independiente y soberana. Es una colonia desangrada constantemente  por su metrópoli. Bajo la férula de España no puede desarrollarse, no puede ser una tierra próspera. Básicamente es el monedero de donde España saca el dinero para financiarse como nación.

La primera pertenencia es que Cuba tiene derecho a ser independiente y formar parte del coro de naciones independientes del mundo.

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Hay un segundo elemento que es fundamental: la presencia de Estados Unidos. Martí es una de las primeras figuras que se da cuenta de esto. Dice que la independencia de Cuba es fundamental para evitar que Cuba se anexe a Estados Unidos. En la carta a Manuel Mercado le está diciendo: evitar con  “la  independencia  de  Cuba  que  se extiendan (…) los Estados Unidos  y caigan, con  esa  fuerza  más,  sobre  nuestras tierras de América”. Desatar una guerra independentista va a poner freno a toda idea de anexión.

Y un tercer elemento ─encadenado a la cuestión de la anexión─ es la preservación de la identidad nacional. El peligro de que se pierda, producto de una Cuba anexada, estaba tan latente cuando José Antonio Saco se lo dijo en carta a Gaspar Betancourt Cisneros (El Lugareño) como en 1895 o en el año 1898. Hay un peligro real de que, producto de una incorporación de Cuba a Estados Unidos, la nacionalidad cubana, la individualidad de Cuba como pueblo, se pierda. La guerra va a consolidar, aún más, ese sentido patriótico, ese sentido nacional cubano, y lo va a preservar para el futuro.

Entonces era necesaria

Absolutamente. Defender otra mirada significa falsear la historia y manipularla en defensa de intereses que en gran medida no están encaminados a la defensa del nacionalismo y patriotismo cubanos.

Otra cuestión sobre la Guerra Necesaria es cómo se impuso la unidad de los principales líderes, a pesar de manifiestas diferencias de criterios, diferencias estratégicas y rencillas que quedaron de intentos independentistas anteriores como la Guerra Grande.

Este fue el gran mérito de Martí: lograr la unidad. Primero, entre las nuevas generaciones ─que no habían luchado en la Guerra del ´68 y criticaban el haber permitido que fracasara─ y los veteranos del ´68 ─le achacaban a los nuevos no haber luchado─. Martí lo logró a partir de mucho poder de convencimiento, discursos, artículos…

Lo otro fue lograr la unidad entre los propios veteranos del ´68. El Zanjón dejó divididas profundamente a estas figuras. Carlos Roloff, profundamente disgustado con Máximo Gómez; Máximo Gómez, disgustado con Maceo después del fracaso del Plan Gómez-Maceo. Hay que recordar que hubo intentos por reiniciar la lucha desde la Guerra Chiquita hasta la Paz del Manganeso, dirigida por Maceo.   Estos fracasos trajeron rozaduras y es Martí quien se va a convertir ─como dijo Fidel─ en el bordador de la unidad.

No podemos dejar de mencionar al Partido Revolucionario Cubano (PRC), piedra angular a partir de la cual se tejería todo el proceso de unidad para llegar a la Guerra del ´95.  

El PRC es un aporte novedoso en el ciclo de luchas de liberación nacional y por la justicia social en Cuba.

Es un partido que se crea, por primera vez en la historia de Cuba, para la guerra. No es un partido político. Partidos había muchos; pero el partido de Martí queda definido bien claro: para impulsar la guerra en Cuba y fomentar la de Puerto Rico. Es un partido para la guerra, no es para hacer campaña, no es para llevar a presidente a nadie: es para lograr la independencia de un país por medio de un movimiento armado.

La Guerra Necesaria, ¿qué enseñanzas deja a posteriores momentos de lucha de los cubanos?

Primero que todo, la unidad. El pensamiento político cubano no se identifica sin su unidad. Hace falta la cohesión en un camino fundamental que tiene que ser la salvaguarda, el mejoramiento, la defensa de la patria: Cuba por encima de todo.

Por supuesto, eso viene aparejado con diferentes criterios, diferentes proyectos, unos mejores que otros; pero, por encima, Cuba, y todos los cubanos luchando por ese ideal.

En el proceso revolucionario de los años ´30 fue, como no la hubo, uno de los elementos que llevaron al fracaso. Estuvo muy presente en la lucha insurreccional de la década del ´50: afortunadamente sí se logró tejer a partir de, por ejemplo, las reuniones del Pedrero, Altos de Mompié…

La Carta de México, entre el Movimiento 26 de Julio y el Directorio Revolucionario…

Exactamente. Se logró labrar unidad entre las tres grandes organizaciones con las que triunfó la Revolución en el ´59. Esa unidad se siguió buscando y llevó a la fundación del actual Partido Comunista de Cuba: la integración de tres grandes organizaciones en una sola, que tiene como objetivo fundamental y rector, por encima de todo, la salvaguarda de Cuba, su independencia y su soberanía.

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